Tras varios comentarios y emails preguntando si todavía estoy vivo puedo confirmar que sí.
Han pasado ya 6 meses aproximadamente en los que no he podido dedicar tiempo al blog, tampoco mucho a la reflexión, a la lectura, y casi ni siquiera al ocio o al descanso, algo que he aprovechado para hacer un pequeño experimento introspectivo, como de costumbre, y que quiero relatar a continuación.
Quien me conozca, o me haya leído anteriormente, sabrá que suelo ser muy crítico con los individuos que no trabajan para gobernarse a sí mismos antes que nada, igualmente suelo ser muy crítico por quien no se piensa, por quien deja su vida en manos de decisiones de otros y de influencias de terceros, así también con los que no meditan sus decisiones más inmediatas, sus palabras, sus actos, y en definitiva con quien no hace una buena base para poder entender y pensar su vida de la mejor manera que lo pueda hacer una persona, y soy crítico con ello pues creo que es la única manera en que la humanidad puede mirar al futuro con esperanzas de un mundo mejor.
A quien no se mira de vez en cuando en ese espejo filosófico en ocasiones lo he llegado a calificar de “bulto” o incluso de “sujeto-basura”, pues para mí es como un voto en blanco, pues está ahí, representa a alguien, pero no influye en el curso, se limita a apoyar y a moverse con la mayoría, ya sea buena o mala, y por lo que vemos hasta ahora nos movemos en una mayoría eminentemente perjudicial para la razón humana y su medio, somos la mayoría del occidente, del capitalismo, de las desigualdades y de la contaminación, entre otras cosas, y nuestros pequeños actos cotidianos no nos diferencian de esa masa a la que pertenecemos, y de la que en ocasiones incluso renegamos, pero en ella seguimos.
Y lo que crea a un “sujeto-basura” no es solamente pertenecer a ella, sino no ser consciente de ello, no preocuparse, y no intentar dentro de sus posibilidades ser un modelo para evitar todo esto, independientemente de que lo vaya a conseguir o no, pues no es tan importante estar predispuesto a apoyar grandes movimientos que cambien el mundo, como empezar a hacerlo de forma individual, silenciosa, y trabajando primero en casa, en uno mismo.
Viviendo sin filosofía (durante unos meses)
He dejado la filosofía durante unos meses, ¿se puede?, sí, también he intentado dejar de filosofar durante unos meses ¿se puede?, no tanto, de ahí las conclusiones.
Sinceramente, este experimento no es algo que haya preparado y planificado, simplemente he decidido dejarme llevar, y junto a mi nueva situación personal no he tenido que esforzarme mucho para tener menos tiempo y menos capacidad de reflexión.
Esta semana se ha cumplido un año del nacimiento de Minerva, mi primera hija que encabeza la imagen de este post, una gran alegría, una experiencia inigualable de la que estoy disfrutando mucho, y casi al ritmo de Minerva ha ido creciendo mi empresa, vivo de lo que me gusta, a mi ritmo, y está yendo muy bien, lo que también es una gran alegría y toda una experiencia positiva que recompensa todo el trabajo y esfuerzo dedicados, casi de bricolaje.
Casi desde principio de año los libros pendientes de leer, los post pendientes de escribir, las conversaciones pendientes de seguir, se han quedado paralizadas para dar paso a un día a día sin margen más que para lo básico, necesario y obligatorio, y días en los que cada minuto está comprometido y condicionado por un intenso desgaste se han ido convirtiendo en algo habitual. Pese a ello, han sido meses buenos y felices, de ahí la paradoja.
Imagino que muchas personas están acostumbradas a vivir así, yo siempre me he esforzado explícitamente en tener un estilo y ritmo de vida compatible con mi pasión por la filosofía, y este pico de realismo me ha hecho darme cuenta y valorar lo que había conseguido.
Conclusiones
Es fácil vivir sin filosofía cuando es sinónimo de estudio y lectura, es difícil vivir sin filosofía cuando se convierte en una parte práctica de tu vida hasta el punto de formar unos valores, un carácter y una forma de pensar.
La búsqueda de la filosofía práctica y la práctica filosófica son las que forjan al hombre virtuoso,al hombre que se busca y se hace a sí mismo, algo de lo que no se puede escapar, sin embargo el uso de la filosofía tal como está popularizada siendo sinónimo de estudio y de lectura de autoayuda es efímero, inútil y fácil de abandonar.
Al final la filosofía más práctica es la que tiene impacto en nuestro ser y en nuestra vida, cuesta más pero es para siempre, es como una hipoteca, y la lectura esporádica de la filosofía y el estudio programado y obligatorio es como un alquiler, en cuanto dejas de invertir desaparece.
Bajo estas conclusiones os diré que estos meses la reflexión y el pensamiento filosófico me ha sido útil, y ha aparecido en muchos momentos como apoyo, ayuda y guía en buenas decisiones, incluso he podido evolucionar en este aspecto pues la visión filosófica llega a un punto de no retorno. La filosofía entendida como un compendio histórico e inamovible de conocimientos muertos y estáticos, de poco ha servido, más bien de nada pues no he tenido tiempo de prestar a atención a la filosofía escrita, aunque es el legado del pensamiento humano y una fuente de aprendizaje, cuando uno ha forjado sus propios valores y pensamientos bien sirve como chispa para encender la hoguera de nuestro pensamiento, no como una hoguera en si misma, que siempre sería la hoguera de otro.
Como conclusión final también diré que la vida pausada, el tiempo de ocio, el espacio de aprendizaje, el intercambio de opiniones, la observación y la reflexión, son muy necesarias para alejarnos de ese “sujeto-basura” y acercarnos a ese “ser que se piensa”, por lo que seguiré configurando y buscando esa vida que me permita ser quien quiero ser.
Respetado Alberto, creo haber entendido perfectamente lo que has dicho y lo comparto; sin embargo tendría que agregar algo en relación con lo de la lectura. Intuyo ahí un sesgo muy propio de quienes encuentran un la lectura una fortaleza para hilvanar pensamientos y discursos. Para quien te habla, la lectura es simplemente el exacto reflejo de la opinión personal de quien escribe, cargada con una mal supuesta objetividad, aún si se es un periodista o un científico; en el caso de los filósofos que escriben, el sesgo es mucho mayor (se supone). Al final lo que creo que nos estás contando es que quizá estás queriendo engrosar las filas de los pensadores críticos y esas son palabras que entrañan una gran responsabilidad con uno mismo. Te deseo toda la fortaleza posible para que en ella te sirvas y puedas ser quien quieres.
Hola Alberto, he leído por casualidad dos o tres post de esta página tuya, y sinceramente tengo que decirte que no tienes ni idea de qué es la filosofía. Deberías estudiar un poco más, y porqué no, reflexionar un poco más. Tus ideas están expresadas con la claridad de un niño, es decir ninguna, y demuestran muy poca profundidad. Me he querido convencer de lo contrario leyendo un poco más, pero me he convencido cuando he leído esto del “sujeto-basura”. Siento decirte esto, pero deberías reflexionar más y escribir menos. Y por supuesto estudiar que falta te hace.
Hola Luis, gracias por tu entusiasmo y tus consejos, uno tiene un blog por comentarios como el tuyo, se nota que sabes de lo que hablas y con quien hablas. Me encanta tu receta-consejo del día, estudiar más. Un abrazo a Valencia.
el segundo párrafo es interesante. Y lo que dice Buho también da para pensar.
De momento dejo un enlace http://www.lobohobbes.com
Hola Lobo. He visitado tu blog, lobohobbes y te he dejado un post.. A lo que estamos, creo recordar que Kant escribió “¿quien no hace filosofía?”
La cuestión es si la filosofia en sentido fuerte, o sea, la interpretación de la interpretación, estaría al alcance de cualquier persona. Todos lo PC. no tienen las mismas capacidades ni pueden hacer las mismas operaciones. esto es un hecho y no una interpretación.
Saludos
el búho
Hola Alberto, voy a ir directamente al grano, en defensa del “sujeto-basura”.
En mi opinión, esos que llamas “sujetos-basura”, tienen su filosofía, es decir su manera de estar-en-el-mundo, su manera de interpretar el mundo. Pues a eso se reduce la filosofía, a interpretar el mundo.
A esa forma de estar-en.el.mundo, yo la denomino “filosofía cotidiana”, o filosofía estandar, y no es más que el resultado, natural e inevitable, diría Kant, de vivir en una sociedad, en una cultura que te impone los modos socialmente correctos de pensar y de actuar, Viene a ser algo parecido a lo que los freudianos llamarían el “super-yo”, y otros más modernos de otras formas que no es el caso detallar.
Evidentemente esos modelos, interiorizados, no son muy conscientes para el sujeto.
La cuestión, o el problema, es si el filosofo, el que cree estar en el ámbito de la filosofía en sentido fuerte, o filosofía propiamente dicha, está, efectivamente, al otro lado del espejo y puede dictaminar sobre lo-que-es y lo-que-debe-ser sin contaminaciones, como parece pensaba Husserl. Así también yo denominé a mi blog, “el espectador desinteresado”, pero creo que es una ilusión.
Saludos “el buho observador”
Hola Búho!
Realmente crees que puede haber filosofía sin reflexión? Lo que tu comentas es dejar la vida y el ser en manos del a improvisación y la influencia.
El filósofo no es mejor ni peor, simplemente filosofa, y eso le hace tener un entendimiento más avanzado de la vida, y tiene más capacidad para influir y controlarla.
Hola Alberto. Me ha alegrado que me contestes. Muchas gracias.
Verás, si se acepta que la manera natural de vivir implica unos modelos o patrones de conducta, lo que, implícitamente, es una interpretación del mundo y, por tanto, una filosofía, me parece inevitable aceptar que la gente común, los “sujetos-basura”, tienen una filosofía aún no siendo muy conscientes de ello.
Y es un hecho que la gente usa modelos o patrones de comportamiento. Arendt los denomina los “prejuicios inevitables”.y a esa forma de interpretar el mundo, yo pienso que se la debe llamar filosofía, la “filosofía cotidiana”, que no es, frecuentemente, consciente.
No se deja la vida en manos de la improvisación, esas gentes normales, el hombre anónimo, al que llamas “sujeto-basura”, aún inconscientemente, es como si formase parte de un club, “que les proporciona las respuestas estándar a los diversos problemas que la vida les plantea.Ese club es como una almacén de principios que dan sentido a su existencia. No están solos en el mundo, están protegidos por sus colegas, los restantes miembros del club.Se supone la aceptación a los principios del club.
El filósofo en sentido estricto, es el que interpreta la interpretación ordinaria. Efectivamente, reflexiona sobre los prejuicios, los modelos comunes, por eso, con frecuencia, es un disidente, un hereje.
Presumo que en este punto coincidimos. Yo sólo quería romper una lanza en defensa del sujeto-basura que constituye la base da las sociedades. A la vez dudo de la pertinencia de pretender cambiar el mundo. En mi opinión, en contra de la tesis marxista, el filósofo se limita a interpretar.
saludos del búho.