Evolucionar es desarrollarse, adelantar, crecer, dejando atrás un estado para pasar a uno nuevo y mejor, y esto es la base y sustento de la Filosofía Práctica.
Ponerse a filosofar, es practicar Filosofía con uno mismo. Se trata de mantener una dialéctica interior en la que enfrentamos aquello que hemos tomado como verdadero por pura comodidad, por engaño, o por costumbre, y enfrentarlo con su opuesto para poner a prueba hasta que punto nuestras creencias y conocimientos pueden estar equivocados.
En resumen sería preguntarse, ¿Por qué pienso esto? ¿Por qué tomo esta creencia como real? ¿Qué tiene de malo su contrario?
Parecen preguntas sencillas, pero si las ponemos delante de aquello que solemos hacer y decir, puede que transformen nuestras costumbres, que especialmente pueden ser desafortunadas cuando arrastramos el pensamiento que solemos tener en un contexto a otro.
Sería muy difícil listar y determinar cuales y cuantos elementos han influido sobre nuestro sistema de creencias, pero lo que sí podemos hacer es parar y pensar antes de repetir aquello que tanto hacemos o decimos, haciendo que encontremos soluciones nuevas y mejores que las que hemos dado por sentadas.
¿Dónde encontramos la evolución?
Vivir filosofando de esta manera, es vivir manteniendo un espíritu crítico que nos ayudará a conocernos mejor. Ya se sabía bien en la antigua Grecia, que lo que distingue al ser humano del resto de la naturaleza es su capacidad de pensamiento, y siendo esta nuestra principal cualidad parece lógico ejercitarla y encontrar la realización en ella.
Vivir filosofando hará que nos encontremos con aquello que no nos solíamos plantear, un elemento crítico, dar vida a un opuesto a nuestras creencias, que hará que lo que hablemos y realicemos proceda de la argumentación razonada, y no desde la costumbre.
Si a pesar de esto seguimos manteniendo nuestros dogmas, no pasa nada, pues filosofar consiste en vivir con la crítica, y el simple hecho de cuestionarse ya es filosofar, ya que sea cual sea la conclusión a la que lleguemos la habremos contrastado, y aunque sea en eso, habremos cambiado.
Esto es evolución, pues llegará un día en que nos encontremos con una nueva forma de vivir, habremos abandonado la desidia y la auto-obediencia para pasar a un estado mental activo y flexible, que finalmente hará honor a nuestra capacidad de razonamiento, aportándonos sin duda alguna, muchas más satisfacciones que las que puede dar el quedarse abrazado a la opacidad mental.
respecto a carmen camey,
el evolucionar no solo se limita a lo racional o a solo un aspecto humano, la felicidad es un objetivo en la vida, pero a que precio la obtienes, ahí entra lo racional, en filosofía no podemos analizar las cosas aisladas.
se supone que la evolución es el cambio de un estado a uno mejor! es por eso que todas las especies lo hacemos. naturalmente aspiramos a ese evolucionar, consciente o inconscientemente.
con respecto a las preguntas, generalmente es mas importante las preguntas que las respuestas. ej: ¿existe dios? es la pregunta incorrecta, ¿que es dios? es la correcta. el objetivo es llegar a una conclusión que te sirva en la vida, mas no tanto a una mera respuesta. una conclusión que te sirva para el evolucionar como persona.
un estado sin preguntas es el camino fácil, como diría mi profesor,el camino a la imbecilidad filosófica. y es que las preguntas tienen un valor, un valor de peso en la vida.
Me ha gustado mucho esta manera de plantearse la vida. Cuanta más reflexión haya en nuestro día a día, más humanos seremos, pues es la reflexión la que nos distingue del resto de seres vivos. Además, hacerse preguntas es la única forma de mejorar, porque la búsqueda y posterior llegada a una respuesta nos permiten hacer de un modo cada vez más eficiente las cosas. Por otro lado, sólo cuestionando nuestras creencias podemos distinguir entre aquellas que poseen una sólida base y, por tanto, merecen la pena, y las que tienen una base débil, de tal manera que pueden ser derrumbadas de un momento a otro. Ser críticos con nuestras creencias es, al fin y al cabo, construir lo que somos sobre una base sólida, lo que nos hace personas más fuertes y verdaderas.
Pienso lo mismo . La Filosofia para mi es un estulo de vida , no podria dejat de lado ese movimiento permanente de mi pensamiento , dejar afuera la crítica de lo que yo misma hago y pienso .
exelente reflexion quiero suscribirme al bolk
ana maria espinel
Hola Carmen!
Evolucionar… lo pongo en la primera frase. Tal como lo interpreto sería pasar a un estado más racional.
Tienes razón en lo que propones, la filosofía suele dar más preguntas que respuestas, precisamente para que nosotros encontremos las respuestas.
Respodiendo a la última pregunta, prefiero un estado de muchas preguntas, que vivir sin cuestionarme nada, creo que esto último lo hacen los robots.
Un saludo! 😉
¿A qué llamas evolucionar? ¿Te refieres a ser más humanos o más felices o más racionales? ¿Tenemos que aspirar a esa “evolución”? ¿A dónde nos llevaría cuestionarnos las cosas cada vez más si no encontramos respuestas? ¿A qué tenemos que aspirar, a preguntarnos las cosas o a encontrar las respuestas? ¿Es mejor un estado de muchas preguntas y ninguna respuesta que un estado sin preguntas?