Recientemente he estado muy concentrado en lo que exactamente soy. Podemos comprender complejos conceptos y sistemas, pero dificilmente nos podemos explicar a nosotros mismos lo que somos, explicar esa esencia capaz de dirigir nuestro raciocinio. Lo que cuento a continuación requiere una lectura atenta…
Se pueden encontrar diversos ensayos y teorías filosóficas sobre que es el “Yo”, pero partiendo de que nuestra circunstacia es única e irrepetible, nuestra experiencia de nosotros mismos también lo es, y si de normal no es bueno seguir una doctrina o teoría a rajatabla, en este caso tan esencial para autodescubrir nuestra existencia uno necesita sacar sus propias conclusiones, y en mi caso, compartirlas.
Tras mucho pensar encontré el problema de mi esencia entre la relación de mi razón (mi herramienta de pensamiento) y mi identidad (lo que tengo asumido que soy). Mi “Yo” filosófico se encuentra tanto en un sitio como el en otro, de hecho se va moviendo entre uno y otro según la situación lo requiera.
Mi identidad puede analizarse a si misma como pasa en los sueños o recuerdos disociados en los que nos vemos a nosotros mismos como si fuéramos grabados por una cámara que nunca estuvo ahí, al igual que podemos pensar nuestros pensamientos cuando razonamos, y a la vez mi pensamiento se ve influido por lo que tengo asumido que soy (mi identidad), y de la misma manera mi identidad puede verse cambiada a raíz de mi pensamiento.
Por lo tanto mi “Yo” se encuentra situado entre una dualidad, entre lo que cree que es (identidad) y la capacidad de razonarse (pensamiento), como si de una memoria a largo plazo (disco duro) pudiera verse influenciada por los cálculos realizados (procesador), una identidad asumida que se transforma mediante la experiencia y el razonamiento.
¿Es entonces el “Yo” una mezcla de ambas cosas? Para mi, es algo superior, sería como el usuario que controla ambas herramientas.
El “Yo” no es mi identidad, ni mi pensamiento, es la relación que hay entre ellas.
“Yo” soy una voluntad de elección, soy la voluntad que acota mi existencia manifestándome mediante mi identidad o manifestándome como el pensamiento que esté teniendo, al igual que puedo ser una mezcla de ambas cosas, o ninguna, de ahí el adjetivo de cuántico.
Dicho “Yo” que se va moviendo entre las herramientas cognitivas que tenemos para interpretar la realidad y manifestarnos en ella, es una voluntad que dificilmente controlamos, de hecho, es cuestión de supervivencia que haya personas que puedan pasar su vida sin plantearse o encontrar lo que son y que puedan vivir.
Dicha voluntad es la abstracción de la existencia que es común a todo ser humano, sería el sujeto trascendental innato que llevamos, y que va adquiriendo un comporatmiento único según nuestras ciscustancias únicas.
A raíz de esto nacen varias cuestiones ¿Como manejo mi “Yo”? ¿Como puedo pensar mi “Yo” si mi pensamiento solamente es una herramienta para interpretarme circunstancialmente a la vez interpreto el mundo?
Uno puede pensar que su existencia se ve influenciada tanto por él mismo como por su realidad (Unamuno), y eso es así, pero también creo que el autocontrol puede ayudarnos a separar ambas cuestiones. Ser consciente de que soy la voluntad qye elige lo que acota mi existencia puede darme una vida mas auténtica y consciente, observando nuestra realidad un poco mas de lejos y dejándonos influenciar por lo que nos interesa.
Sobre la segunda cuestión, hay técnicas de meditación que trabajan estos conceptos, eliminar toda construcción mental, acallar el subconsciente que nos dicta lo que somos y “desconectar” nuestra máquina de pensar nos deja a solas con nuestra existencia, con esa voluntad fluctuante, que aunque no podamos observar directamente podemos llegar a sentir y percibir.
Yo me veo así, ¿Y tu?
Muy Interesante tu reflexión, si no entendí mal, te ves como una tercera fuerza capaz de integrar polaridades y co-actuar con ellas. Y me gusta cómo la acabas, porque realmente me dice cómo debo comenzar la mía: “El Yo Profundo Personal y sus 4 niveles de manifestación con respecto al Yo Universal” 1. El Yo Profundo Personal es: un Ser que funciona en modo semi-consciente de Sí mismo, y préter-inconscientemente de Su origen. Este Ser que es el Yo Profundo Personal, y que funciona en modo semiconsciente de Sí, para hacerse consciente únicamente necesita reflejarse, esto es, “mirarse en el espejo que llamamos meditación”. Entra entonces en el proceso re-creativo y gradual del Sí Mísmo como: Existencia, Consciencia y Gozo. Cuando la Existencia o Vida Interna se ve a Sí misma reflejada en el espejo de la meditación, obtiene el Conocimiento o Consciencia de Sí (el nacimiento de la Sabiduría, o dicho de otro modo, nace la Inteligencia Superior, la cuál es la polaridad positiva nacida de la Existencia); al obtener esta Consciencia de Sí (que es el reflejo de la Vida Interna o Existencia que se refleja en el espejo de la meditación) se produce una retroalimentación magnética que se llama Gozo (la polaridad negativa, o Éxtasis AutoContemplativo, o Amor Natural). 2 y 3. De la unión de esta trinidad, la Sabiduría Interna y el Amor Natural unidas a la Existencia (El Yo Intelectual y el Yo Emotivo unidos al Yo Verdadero), nace gradualmente una fuerza Superconsciente, hacia arriba, hacia el pasado, hacia el Origen Interno que luchará contra el magnetismo preter-natural de la inconsciencia, y también nace una nueva fuerza de realidad hacia abajo, hacia el Destino externo y el Objetivo en el Mundo: nacen la mente intelectual y la mente emotiva magnetizadas, como instrumentos perfeccionados del Yo, abandonando su antigua y segunda naturaleza de yoes ciegos (el intelecto y la emotividad usurpaban al Yo cuando aún funcionábamos en modo semiconsciente, polarizados y sin magnetismo interno). 4. De la productividad de todo el proceso Consciente y Superconsciente, se obtiene gradualmente un cuerpo sano y renovado, apto para cumplir con los Verdaderos Deseos Internos en el mundo material, esto es: disfrutar en plenitud extática la Vida y comunicar sin esfuerzo al entorno con el ejemplo, y a través del magnetismo el Gozo o Amor Natural y la Sabiduría, en tanto que la Consciencia Existencial se dirige hacia el Origen, en un proceso especialmente Único y Personal. Así exáctamente me veo, en pleno proceso hacia mi Origen y hacia mi Destino en esta vida. Soy un viajero en mitad del camino, tengo el mapa a fuego grabado en el Ser, aún falta mucho por recorrer…sospecho innumerables aventuras y contraaventuras realmente enriquecedoras, y cada vez más intensas. La evolución siempre es así, con sus días y sus noches entre crepúsculos, lo demuestra la historia y la experiencia de muchos, cuando somos capaces de comprenderlas y reflejarlas desde nuestra propia particularidad.
¿Tu Yo? Todo lo que sea tuyo, no eres tú. Mal vas así para descubrirte a tí mismo.
Tu eres el que lo tiene y no en cambio la tenencia.
Hola Alberto, he leido varios textos tuyos y me pareces un tio bastante interesante. Gracias por compartir tus textos con los demás. En cuanto a la cuestión del “yo” piensas que dicha realidad es la relación entre pensamiento e identidad pero…¿dónde dejas la materia(cuerpo) y los (sentimientos)?.¿qué papel juegan ellos en el yo? Soy un chaval de 20 años que me apasionan estos temas jeje. Muchas gracias.
Eѕtabа buѕcanԁο іnformacіοn para una asіgnacіon de la еscuela sobre
dаr gracias fгases у llegue aqui. Me
аhorгο muсho tгabajo.
Ojala pudiera yo saber el correo de Danah Zohar pues le tengo amplia informacion sobre todas de las muchas conjeturas en su libro EL YO CUANTICO.
sI ALGUIEN LO SABE POR FAAVOR ESCRIBIRME.
yo soy el que soy, algo en construccion, siempre hay partes de mi mismo en penumbra y escondidas, siempre aprendo siempre descubro siempre hay algo nuevo
Mi Yo es la relación entre mi razón y mis emociones. Ayn Rand decía que nuestra razón puede imprimir ideas que modifiquen nuestra escala de valores, modificando así nuestra respuesta emocional, tornándola consecuente con la razón.
De ello deviene que podemos ser seres que razonen acerca de qué es lo que le conviene para su vida y adecuando la respuesta emocional a las conclusiones de la razón, se transforma en el hombre libre, es decir, el hombre totalmente dueño de sí mismo y por lo tanto: feliz.
Hombré, a mi no me da igual porque es la explicación de mi mismo!jeje
Me preocuparía mas sentirme un centro del universo autocontrolable que se tiene que engañar para ser feliz! (o eso he entendido) 😛
Identidad, pensamiento, yo cuántico… Qué mas da! mi Yo es el centro del Universo y yo lo controlo a mi antojo, engañándolo continuamente para ser feliz, de momento lo he conseguido.
Yo me percibo como un cúmulo de cadaunadas. La suma de mi razón y de mi entendimiento, pensamiento, cierto, pero con una componente vehemente. Las pasiones, las emociones son las que suelen guiar las actuaciones. Experiencias y mundo vivido. Yo lo soy todo. Y no soy nada.